Los orígenes de la Torre
La Torre del Brandale es, desde tiempos inmemoriales, uno de lo símbolos de Savona. Es tan antigua que la fecha de su construcción está envuelta en misterio.
En efecto, no hemos recibido ningún documento sobre los acontecimientos relacionados con su construcción.
Sin embargo, las investigaciones y las excavaciones realizadas nos demuestran un hecho importante: hace más de mil años la línea de la costa incluida entre la torre cercana llamada “Torretta” y el actual mercado cubierto “Gramsci” era definitivamente más arqueada y rustica con relación a hoy y los muelles del puerto antiguo se situaban apenas a pocos metros de la Torre del Brandale.
En época altomedieval la cuneta se extendía allí donde actualmente está la plaza del Brandale, la calle degli Orefici, calle Quarda Superiore, plaza León Pancaldo, hasta la actual iglesia de Santa Lucía. Sólo más tarde, a finales del siglo XII, para evitar que la acumulación de los detritos y sedimentos arrastrados por el arroyo Letimbro a su desembocadura, al oeste del promontorio del Prìamar, transportados por las corrientes marinas, obstruyera progresivamente la zona portuaria, se decidió realizar una segunda cuneta y una nueva y más segura dársena, bien defendida por las corrientes de lebeche y siroco.
La torre surgió directamente con vistas a la antigua cuneta, probablemente alrededor del año Mil, a la izquierda de la iglesia románica de San Pietro (hoy incorporada al edificio de la calle Pía 29), la más antigua parroquia de la ciudad después de la Catedral.
Al otro lado de la torre se erigió mas tarde la “Logia de los Populares” en antítesis a la “Logia de los nobles”, situada en la plaza de la Magdalena. Justo en la explanada delante de la iglesia de San Pietro – desde donde comenzaba la “Chiappinata”, la calle principal de la Savona medieval, que subía gradualmente a lo largo de la fortaleza del Priamar hasta llegar a la plaza de la catedral – el Municipio de Savona redactó supuestamente el acto de libertad en 1191.
Como nos dan testimonio los documentos recibidos, originalmente la propiedad de la torre fue de particulares y sólo al principio del siglo XIV pasó al Municipio de Savona.
El documento más antiguo que nos certifica la existencia de la torre se remonta a mayo de 1178: se encuentra en el cartulario del notario Arnaldo Cumano y certifica la venta a Arnaldo Iolta por Ansaldo Curlaspedo y su esposa Richelda, de la cuarta parte de la torre junto con la cuarta parte de los terrenos correspondientes a la misma construcción. La venta se realizó al precio de 25 liras.
En otro acto del 31 de mayo de 1178 redactado por el mismo notario, Ansaldo Curlaspedo declaró haber recibido la suma de 31 Liras en pago de la dote de la esposa, 25 de las cuales como precio de la parte que le corresponde de la torre.